viernes, 11 de noviembre de 2011

La paradoja de la realidad

Hace unos días una amiga me pasó un link a un experimento filosófico llamado "cerebro en una cubeta", un concepto que para pocos será nuevo, pero que si simplifica de manera perfecta todas y cada una de las ideas que hemos visto repartidas por el cine y la literatura, sumadas a las confusión que casi todo ser humano ha mantenido alguna vez sobre su propia realidad. En resumidas cuentas viene a ser un cerebro flotando en una cubeta que le proporciona lo que necesite para no morir, y salvo por la ausencia de cuerpo, mantiene todas las funciones, lo que quiere decir que recibe e interpreta los impulsos nerviosos, y por supuesto responde. Vamos a suponer que podemos proporcionarle esos impulsos con un ordenador, o la maquina hipotética que haga falta.

El potencial de este concepto es impresionante.

Lo primero que se me vino a la cabeza fue un documental de la BBC llamado: "Somos Reales?". Un documental que nos sumerge en el mundo de lo que desconocemos aun, los límites próximos de la física y la tecnología, y de la inteligencia humana; ésto último una de las cosas para mi más intrigantes, y es que al parecer el cerebro humano ha alcanzado un nivel de complejidad poco superable. Cuando pensamos en alienígenas con una inteligencia superior nos los imaginamos con la cabeza más grande que nosotros, pero al parecer ya se ha concluido que un cerebro mayor no alcanza el nivel de eficiencia del nuestro, debido a que los impulsos nerviosos serian más lentos, supongo que debido al tamaño. La pregunta entonces se vuelve más complicada, cuál es el límite del entendimiento, o de qué forma se alcanza un nivel superior. El documental avanza por la física hasta llegar a nuestro límite actual, plantea algunas posibilidades, y alcanza una conclusión lógica de las que no te dejan dormir tranquilo. Lo que lo hace, desde mi punto de vista, más recomendable, es el hecho de que no mira hacia atrás, no se pregunta de dónde venimos, analiza nuestras posibilidades en el futuro y tan sólo por comparación miras hacia atrás con el corazón acelerado y la frente sudorosa.
Es fácil tan solo observando el patrón actual que nuestra vida cada vez tiene más repercusión de forma virtual; la vida social de todo aquel con acceso a internet ha cambiado la vida de mucha gente, y hay quienes hoy en día tienen más vida social a través del código binario que con la gente tridimensional. No cuestiono si esto es bueno o malo, cada uno tendrá su opinión, pero yo me hago preguntas, ya que a veces la vida online es más cómoda, o más interesante para muchos. Algunos viven aventuras con criaturas fantásticas, conocen avatares de otros y se enamoran, tienen familias virtuales... Incluso hay quien juega a tener una vida normal, para escapar de su vida normal. Hace 10 años esto no sucedía, o no era tecnológicamente viable que sucediera a esta escala, cuál será la escala dentro de 20 años, o mejor, dentro de 500.


Llegados a este punto podemos hacernos la pregunta de qué es la realidad, o que es lo que hace a la realidad "real"; ¿lo que vemos? ¿lo que oímos? ¿podemos decir que todo es real porque podemos tocarlo? No es tan simple, y no es simple por culpa de nuestro cerebro supercomplejo.
En algún momento, un cambio energético hace saltar una onda electro-magnética, atraviesa el vacío espacial, entra en la atmósfera y se refracta, continúa su camino, vuelve a desviarse (saber por qué) y se deja energía, cambia su camino y su frecuencia y recorre un poco más el fluido gaseoso, entra en nuestro ojo, pierde parte de su energía y la gran mayoría rebota para seguir viajando, la pequeñísima parte que se queda se proyecta en la retina, y un impulso nervioso corre con su mensaje para el que interpreta, el que interpreta abre el mensaje y dice: "verde". De todo este proceso lo único que podemos afirmar es que recibimos el mensaje, y pone verde; el resto es un proceso deductivo e interpretativo, ayudado por el resto de mensajes que nos llegan de aquellas partes de nuestro cerebro que creemos que interactuan con el exterior, pero desde aquí dentro no podemos garantizar nada. Nuestro cerebro es TAN bueno haciendo su trabajo, que toma todos los mensajes y concluye un esquema de la realidad, sin embargo el problema está en que lo que hay en comparación con lo que recibimos es una miseria, así que como todo sabio, lo que no sabe se lo inventa. Concluye que es lógico que la materia sea continua (no lo es), o nos hace pensar que podemos tocar las cosas (no lo hacemos), o nos hace dar por sentado que lo que tenemos en nuestra memoria ocurrió en realidad (no tiene por qué). Bertrand Russel usó esto último como uno de sus argumentos en contra del creacionismo, y es que hay mucha gente (mucha) que dice que como no podemos demostrar que dios NO existe, él dice que tampoco podemos afirmar con certeza de que dios no creó el universo hace 5 minutos, con todo lo que contiene tal y como está, y dotados todos de falsas memorias. Si fuera como dice Russel, ¿cual sería la diferencia?
Una cosa sabemos con certeza , nuestro cerebro no recibe toda la información del exterior, la experiencia y su capacidad lógica hace que nos dibuje algo coherente, algo que no contradiga interpretaciones de otro posible cerebro ajeno al mio con el que me comunique, pero no nos podemos fiar de él para poder afirmar algo sobre el exterior con certeza, es más, la que tenemos es muy poca.
Para no deprimirnos, eso si, hay que pensar que lo que sabemos es suficiente, nos permite encontrar patrones, nos permite comunicarnos, y nos permite aprender; poco más necesitamos para vivir.

Llegados a este punto es inevitable preguntarse qué es lo que hay fuera exactamente; y es que podría ser cualquier cosa! Cualquier cosa que hiciera que nuestro cerebro recibiera sus mensajes, y que recogiera los que enviamos nosotros, y que retornara otra vez con la respuesta, en pocas palabras, que interactúe.
Ahora mismo me viene a la mente la película "The Truman Show" en la que un personaje nace y vive en un plato de televisión gigante, interactuando solamente con actores que se encargan de dar forma a su vida y a sus recuerdos, todo por supuesto dirigido. Estoy convencido que muchos nos hemos planteado esa fantasía en algún momento, un sentimiento algo agobiante si piensas que realmente lo único autentico que tiene tu vida eres tu. Podemos complicarlo más aun y pensar en "Matrix", donde tu cuerpo sirve de fuente de energía para máquinas mientras mantienen tu cerebro ocupado viviendo una vida; ahora, en Matrix interactuas con otras personas "reales", pero tiene que ser así? si fueras el único en este "software" cómo notarias la diferencia? si los programas interactuaran de forma correcta no podrías, o lo que es peor, si actuaran de forma incorrecta no lo sabrías, puesto que no conoces otra cosa! 

Volviendo al punto del principio debemos analizar que hay 2 motivaciones muy grandes que tiene la humanidad en conjunto, en lo que a tecnología se refiere; mejorar la vida, y alargarla. Alargar la vida es algo innato a todo ser vivo, todos y todo lo biológico sabe que si vives más tienes mas oportunidades de esparcir las copias de tus genes; a nosotros no nos queda mucho de ese instinto, pero por alguna razón queremos vivir mucho, nuestro enemigo es el tiempo, y nuestro cuerpo. ¿Es un impedimento nuestro cuerpo? Nuestro cuerpo se dedica plenamente a alimentar el cerebro, a darle sangre, oxigeno, glucosa, todo lo que necesite, pero nuestro cuerpo a su vez esta controlado por nuestro cerebro, si mantenemos las interacciones, si mantenemos el alimento, y el cerebro recibe los impulsos necesarios para construirte una realidad y una vida, nuestro cuerpo es prescindible en lo que al "exterior" se refiere. Nuestra vida se conforma de una realidad instantánea, y de una memoria, y con la tecnología suficiente no parece tan difícil de conseguir algún día, aunque no podamos concebir aun que nuestros recuerdos quepan en un pendrive, con nuestro cerebro en una cubeta; si podemos elegir una vida en un catálogo, aspiramos a elegir siempre una vida mejor que la que tenemos, o si nos es posible, la que queremos.


Todo esto no es fantasía, no es una película de hollywood, o las divagaciones de un paranoico; todo esto lo hacemos a diario. Al dormir experimentamos realidades diferentes, situaciones y sensaciones casi aleatorias que nuestro cerebro construye mientras nuestro cuerpo permanece inactivo; es un momento en el que la realidad exterior deja de existir para nosotros. Soñando no nos importan las leyes físicas ni la coherencia, el universo es distinto y lo asumimos real tal y como lo estamos soñando, si alguien en el sueño se nos acerca y nos dice que lo que estamos viviendo no es real, puede que nos riamos de él.
Una vez despiertos aquella realidad desaparece, yo soy de los que casi no pueden recordar sus sueños, pero hace poco supe que hay gente que no solo es capaz de recordarlos perfectamente, sino que puede tener sueños lúcidos, lo que quiere decir que son dueños absolutos de sus sueños; son capaces de estar plenamente conscientes de si mismo mientras sueñan, se dirigen en su realidad de turno, y dirigen incluso la forma de su realidad, pueden hacer lo que quieran, y todo eso bajo el convencimiento de que están viviendo  algo real. Dicen que hay gente que nace con este don, pero que también es posible entrenarlo, con una advertencia, el mundo real puede ser decepcionante en comparación, con el tiempo te vuelves adicto a soñar.

Este deseo incontrolable de una vida mejor, o una realidad mejor, creo que nos puede llevar algún día a terminar metiendo nuestro cerebro en una cubeta; pero bueno quien sabe, quizás ya lo hicimos.




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